miércoles, 2 de junio de 2010

ACONSÉJENLE QUE NO SEA CONSEJERA.


Una vez leí algo que nunca me cansaré de repetirme. Siempre se puede volver. Por eso estoy aquí sentado, otra vez, frente al monitor luego de chequear las noticias de mi pueblo. Franco que es difícil no llorar, aunque es más difícil no cagarse de la risa.

Hoy le dedicaré mis proyectiles ponzoñosos a una regidora y ahora candidata a consejera regional a quien llamo cariñosamente Rosita de Espinar. Obvio que la folclórica no tiene la culpa de parecerse a una ineficiente. Por eso desde aquí le pido que me perdone la comparación. Si es preciso puedo ir a uno de sus conciertos en la carretera central para hacerle saber que la crítica no es con ella.

Adoro la adrenalina que siento al escribir esto. Conforme avanzan las líneas y desnudo a los malditos que joden cada vez más a Cañete, me deleito. Porque se que me detestan, aunque no más que yo a ellos. Porque aunque quieran cerrarme el pico, no pueden. Porque aunque envíen a sus chupes a pedirme el “apoyo”, saben que les regreso un sonoro: váyanse a la mierda.

Hace tres noches, resaqueado aún por mi cumpleaños elegía un buen tema para escribir y regresar por estas rutas del Internet. Pero no encontré temas, hallé personajes. Hombres y mujeres dignos de una película de terror, o quizá los bufones más ridículos listos para rodar un film digno de un Oscar al humor negro. Bien dicen que la realidad supera a la ficción. Y en mi querido Cañete señores, personajes sobran. Abundan. Tenemos para exportar.

Una de ellas es Rosa Liliana Torres Castillo, una diminuta regidora del municipio provincial que lejos de hacerse visible por trabajar, se hace fama por escándalos mediáticos, sonados romances y maltratos a los funcionarios de segundo nivel.

“Chiquita pero picosa”, dice el refrán que parece cumplirse a cabalidad con la doble de Rosita de Espinar. Haciendo memoria, recuerdo que es la misma persona que alguna vez se me presentó en el parque de Cañete. Hacía sólo unos minutos, la regidora había humillado públicamente al jefe de Relaciones Públicas Giovanni Rezza. Al pobrecito, se le olvidó ponerla en la lista de las personas que darían el discurso esa tarde. Y vaya que lo pagó caro. La regidora le dijo de ineficaz para abajo. Acto seguido escucho un sonoro: tranquila Rosita. Ya saben quien se lo dijo, no?

Ella muy rata, me reconoció y tras haber avanzado más de cincuenta metros, regreso hacia donde yo estaba. Pensé que venía a pegarme o por un autógrafo. Pero ni uno, ni otro. Se presento nomás, pero con voz altanera y como esperando que yo le dijera que tenía mi recibo por honorarios en el bolsillo.

En otra ocasión escuché de boca de varios trabajadores municipales que era algo así como la primera dama. Como no me gusta que la gente hable mal, los corregí porque para ser primera dama; primero hay que ser dama. Que tal concha. Pero los rumores de que esta mujer casada, al estilo de Lúcar, era infiel crecían cuando mucha gente lo corroboraba. Incluso lo oí de boca de un par de regidores. Con quién era infiel? Ustedes ya saben. Pero eso es parte de su vida privada, y no tenemos pruebas de ello, aunque si se siente ofendida puede denunciarme, igual que el alcalde de Chilca Pablo Nalda, a quien le envío desde aquí, mis más profundos deseos de que todo le vaya mal.

Van dos perlas de la chata. Maltrato a un peón del séquito de Javier Alvarado. Y los muchos chismes que aseguran, que su líder Javier Alvarado, es algo más que su líder. En fin. Pero lo que si me preocupa, es esto último que paso a recordarles.

Doña Rosa Liliana Torres Castillo, propuso la amnistía tributaria para el año 2010. Todos pensamos que por fin hacía algo por el bien de la ciudadanía. Sin embargo, tremenda sorpresa la que nos llevamos. Ella solamente pensaba en su bienestar, pues arrastra una deuda desde el año 2003 hasta la fecha en que se hizo pública la denuncia.

Como puede la susodicha pedir que el pueblo cañetano cumpla con sus obligaciones, si a ella le llega al rechopin pagar sus arbitrios? Cómo puede tratar bien a los más pobres, si maltrata a quien se desvive por cuidar su “imagen”? Cómo es que ha dejado que medio Cañete especule de una relación, o es que habrían pruebas de su falta de moral? Y por último, quién tendría el mal gusto y la inteligencia de quererla como consejera regional?

Mucho ojo, con esta regidora. Sonríe para la foto. Hace campañas de salud y todo. Si lo ve malparado, hasta es probable que lo saque a bailar. Pero no se deje huevear, solo quiere su voto. Para seguir sin pagar impuestos. Para seguir sintiéndose la novia de todos los matrimonios y el muerto de todos los velorios. Que pena, que haya esta clase de candidatas de renombrada ineptitud. Que lástima que no sepan nada de gestión y no se resista a dejar la mamadera. Si como regidora se mostraba prepotente y malcriada no me la alucino como consejera a Doña Liliana. Sería una malísima elección, a todas luces.



Ysmael Tasayco
(*) Periodista